La Insuficiencia Renal Crónica Terminal es una de las patologías más frecuentes y que más recursos económicos consume a muchos sistemas de salud a nivel mundial y a pesar de los avances en las terapias de reemplazo renal, los pacientes generalmente se mantienen enfermos y además con deterioro en su calidad de vida.

El paciente renal generalmente depende de sus familiares y se vuelven una carga para los mismos y para la sociedad.

Nuestro país ha experimentado un incremente alarmante de esta patología, convirtiendo a la Insuficiencia Renal Crónica Terminal en una de los principales motivos de consulta en los Hospitales de Tercer Nivel, lo que ha llevado a la erogación de grandes cantidades de recursos para el tratamiento de la misma, sin lograr dar cobertura a  toda la población que padece esta patología.

El trasplante de riñón es en la actualidad el mejor tratamiento para el paciente que padece Enfermedad Renal Definitiva ya que ofrece el mejor potencial para restaurar una vida sana y productiva, no obstante la cantidad de recursos necesarios invertidos para tal tratamiento que como revelan muchos estudios, a la larga vienen a ser menores que los utilizados en Diálisis o Hemodiálisis.

Establecer adecuados Programa de Trasplante Renal es un deber y una obligación de las Instituciones de Tercer Nivel de atención en Salud en El Salvador.

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